Aprendiendo

¿El mar?, sí, el mar. Nunca lo había visto tan lindo, nunca le había tomado la importancia, nunca me había puesto a pensar que mucha gente se muere –literalmente- por verlo a diario, por visitar la playa, por sentarse a escuchar el romper de las olas, por ver la puesta de sol, por escuchar como las gaviotas vuelan y gritan.
Mientras más te miro más te admiro. Esto que pasa es similar a una borrachera que dura días y días. Las cosas pasan sin darme cuenta. Los minutos son como una bala, un día es una hora. Estaría todo un día mirándote en silencio, y te juro que te diría mucho más que con palabras. Has cambiado mi forma de ser y de pensar. Las cosas que son normales son más que eso.
No busques un por qué si no tienes una respuesta.
¿Me puedo tomar ese vuelo sin miedo? Espero tu respuesta.